Días Grises

Apreciar la vida en todos sus matices es un arte que no todos saben estimar, muchos pintan sus vidas color de rosa, algunos rosas más claros y otros más oscuros. Hay quienes no la pintan de rosa, sino que le dan otros tonos, existen un sin fin de colores. Muchos solo ven el blanco y otros el negro, pero hay aquellos que ven un intermedio, hay quienes ven los grises.

El gris no es un color atractivo para muchos, generalmente se asocia el color gris con la sobriedad o la tristeza, no es un color que expresa muchas cosas.

Los días lluviosos son grises y no son tan hermosos como aquellos donde los verdes contrastan con los azules brillantes de un cielo despejado.

La lluvia es un fenómeno atmosférico necesario para la preservación de la vida en nuestro planeta, ella trae consigo el agua necesaria para las plantas, los animales y para nosotros mismos, la lluvia permite que los ecosistemas cumplan su ciclo de vida; ella trae consigo vida.

Los días grises también son necesarios, nos permiten mirar dentro de nuestro ser para hacer pausas, estas pausas tan necesarias que muchas veces no permitimos darnos porque vivimos la vida como si todo fuera una carrera contra el tiempo. Comprender que los días grises son necesarios y beneficiosos a su vez, nos llevará a verlos desde una perspectiva distinta.

Ten en cuenta que no todos los días serán brillantes y vibrantes. Habrá días buenos y días malos, pero Dios estará en todos ellos cuidándote. Aunque hoy tengas un día gris, permite que también sea un bendecido y lindo día para ti.

¡Recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Mateo 28:20

¡Dios te bendiga!